Tengo que reconocer que cuando vi esta figura pintada en Internet por otro compañero de hobby, aunque de otras tierras (Chema García Torres), tuve claro que tenía que comprármela. A través de Facebook pregunté sobre la marca que producía esta figura (www.cartoonminiatures.com), y encontré que todas las miniaturas de este fabricante son personajes caricaturizados, bien del mundo del cine, la política e incluso la ciencia, como en el caso que nos ocupa.

Después de ver el escenario tan acorde a la figura que hizo Chema, no tenía muy claro qué poner como ambientación y la verdad es que estuve dándole varias vueltas; incluso llegué a pintar una pequeña bombilla real, dándole un barniz amarillo al cristal y pintando de negro la parte roscada de la misma. La idea era mediante pequeñas cuentas redondas y desde un tamaño menor a mayor, acabar en la propia bombilla, al estilo de la ilustración que acompaña al texto.

Pero lo cierto es que no tenía claro, sobre todo por la expresión de la cara que presenta la figura, que la idea de la bombilla quedara bien.

Así que no tuve más remedio que ir pensando en otras ideas para el escenario ya que situarlo sobre un suelo simple me convencía aún menos. Finalmente pensé que Einstein, aunque fue un gran científico y físico, pasó a la historia casi exclusivamente por una fórmula (teoría de la relatividad), de composición sencilla pero con una gran importancia ya que a partir de ella surgió el estudio y evolución del Universo a través de la cosmología, por ejemplo.

Finalmente se me ocurrió que Einstein, en cualquier fotografía de las que se le realizaron, tenía ese regusto a científico loco, distraído, ajeno a la realidad más banal y permanentemente concentrado en “su mundo”. Lo imaginaba rodeado de pizarras y hojas de papel atiborradas de ecuaciones, fórmulas matemáticas, dibujos incomprensibles para los mortales que no gozamos de sus conocimientos ni imaginación. Con esto en mente, imprimí varias hojas que encontré por Internet en varios tamaños, para al llegar a casa cortar los que parecieran hechos a escala de la figura.

Para fijar varias de las hojas con fórmulas a la peana, con un pincel viejo di varias pasadas sobre dos de las fotocopias en cola blanca diluida en agua y las puse sobre una peana vieja, a modo de prueba, en distintas posiciones. Pasadas 24 horas vi que aguantaban perfectamente y entonces empecé a pegar hojas sobre la peana final, hasta cubrirla completamente, no sin antes haber puesto un clip en el agujero de la peana donde se situaría la figura para que éste no quedara tapado.

Como colofón al escenario se me ocurrió hacer varias bolas de papel con esas fórmulas, para pegarlas al suelo, simulando las típicas hojas que rellenas cuando estudias pero que por diversos motivos acaban tiradas en el suelo en forma de bolas porque no te sirven para nada. Lo último, lo que a mi juicio da sentido a la escena y concuerda con esa cara de la figura que representa a un venerable anciano, satisfecho tras un arduo trabajo, fue incluir una hoja entre los dedos de la figura, a su espalda, con la famosa fórmula. En realidad Einstein formuló la teoría de la relatividad siendo joven, pero esa es una pequeña licencia que me he asignado para representar a la figura con cierto sentido.

Y eso es todo. Os recomiendo una figura de este estilo para hacerlas simplemente por disfrute, como desengrasante de otras más exigentes.

Luis Garcia

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